jueves, 14 de abril de 2011

Acertado fallo inédito de un juez de Lomas de Zamora



Hoy es un día para recodar.
Al fin y de a poco las cosas van cambiando.
Un juez tomó la decisión de no dejar en libertad a un hombre que ya había sido denunciado por una seguidilla de agresiones a su ex mujer.
Y por más que la justicia le habría dictado una restricción, por la cual, no podía acercarse a su ex esposa y a su hijo a menos de 300 metros.


Sin embrago, el pasado 19 de marzo, desacató la orden, prendió fuego en la puerta del negocio de su ex mujer, la moto de ella con tres sillas de plástico. Golpeó con su puño la vidriera del maxiquisco, y causó destrozos.
Acá está el punto débil del sistema, dónde los sucesivos femicidios registrados este último año, que llegan a cifras alarmantes y respaldan esta debilidad.

El agresor,  ya denunciado varias veces por agresiones y amenazas de muerte sigue en libertad.
Aunque no sea previsible, si este hecho culminaría en un femicidio es muy probable, esto está plasmado en el registro de las víctimas, dato que yo tomaría como antedecente,  ya que el potencial desenlace no tiene remedio porque es la muerte.
Aplaudo de pie a este juez de Lomas de Zamora, por prevenir y cuidar la vida de las víctimas de violencia de género.

Fuente y nota completa leerla:   http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=598895

domingo, 3 de abril de 2011

2 de abril. Rememorando la guerra de Malvinas



Otro día de doloroso para la sociedad Argentina.

Sin dudas la guerra de Malvinas es otro de los sables que atravesó de lado a lado el tejido social, dejando una herida que todavía sigue abierta y duele.

2 de abril del 2011:
A partir de los próximos actos escolares, será aprovechado como material de referencia el texto de la carta que el extinto soldado Julio Cao remitiera desde el frente de combate,en 1982, a la escuela de Río Gallegos donde daba clases antes de alistarse voluntariamente para "defender nuestra bandera"

Nota completa y fuente:
http://www.prensa.argentina.ar/2011/04/03/18101-es-de-lectura-obligatoria-en-los-actos-escolares-del-2-de-abril-la-carta-del-docente-soldado.php

Breve reseña histórica:
Hacia marzo de 1982, el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional había entrado en una etapa de franca decadencia. La primera sucesión presidencial, de Videla a Viola, terminó a fines de 1981 con un aparente episodio cardíaco que le imposibilitaba al Tte. Gral. Roberto Viola continuar al frente del Ejecutivo. Lo cierto es que el entonces Comandante en Jefe del Ejército, Tte. Gral. Leopoldo F. Galtieri, movido por apetencias personales y el guiño de los EE.UU., había presionado a Viola a renunciar a la Presidencia.

Si bien fue el mismo Galtieri el que pasó a la historia como el responsable y gestor de la decisión de recuperar las islas por la fuerza, hay quienes sostienen con sólidos argumentos que fue el Almirante Jorge Anaya, entonces Comandante en Jefe de la Armada, el mentor de la idea; y que tal propósito había actuado como condición para apoyar a Galtieri en la sucesión de Viola.

La guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha de la cese de hostilidades entre la Argentina y el Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que conllevó la recuperación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido.

La causa fue la lucha por la soberanía sobre estos archipiélagos australes, tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido, algo nunca aceptado por Argentina, que los sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio; de hecho, considera que se encuentran ocupados ilegalmente por una potencia invasora y los incluye como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Tras una ocupación exitosa de las Malvinas estaba previsto recuperar militarmente también las islas Picton, Lennox y Nueva y otras hasta llegar al cabo de Hornos, que estaban ocupadas por Chile. El coste final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

Políticamente, en la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país; en el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador de Margaret Thatcher lograra la reelección en las elecciones del año 1983.


LOS ERRORES DE LA GUERRA
Políticos: Los militares argentinos no creyeron nunca en la posibilidad de reacción militar de Gran Bretaña. Menos aún que enviara su poderosa flota a las Islas. Para ellos, la presencia argentina en Malvinas serviría como presión para convencer definitivamente a Gran Bretaña de renunciar a sus reclamos por la soberanía de las Malvinas. La guerra como hipótesis no existía.
Por otra parte, no tuvieron en cuenta que la comunidad internacional no iba a permitir nunca que se rompiera o modificara el equilibrio mundial y que una nación subdesarrollada de latinoamérica tuviera la más mínima posibilidad de salir airosa en una provocación de fuerza frente a una nación desarrollada del continente europeo.


LOS ERRORES DIPLOMATICOS: Los argentinos creían que el Consejo de Seguridad de la ONU, seguramente convocado de urgencia ante la gravedad de los hechos, iba a resolver favorablemente a la posición argentina. Sin embargo, el sábado 3 de abril el Consejo ordenó el inmediato retiro de las tropas argentinas de las islas.
Además, los argentinos imaginaban que los Estados Unidos se mantendrían neutrales, teniendo en cuenta la existencia del T.I.A.R. (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) que, entre otras cosas, obligaba a todos los países de América a asistirse ante la agresión militar de una nación extracontinental. Lo que la diplomacia argentina no tuvo en cuenta fue la existencia de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) del que EE.UU. y Gran Bretaña son parte, además de ser aliados y compartir raíces históricas y culturales.

La Argentina había sido aliada de los EE.UU. en la resistencia a los intentos de imponer en América Latina gobiernos de sesgo izquierdista o pseudo marxista exportadas por el eje soviético. Ese era otro motivo por el cual "los argentinos habían creído que tenían una importancia disparatadamente exagerada para los estados Unidos", según se extrae del libro de memorias de Margaret Tatcher, primera ministra británica durante el confllicto.